LA ENTREGA a una causa justa es una de las virtudes más nobles que distingue a las personas. Quienes empeñan su esfuerzo y no escatiman tiempo en el logro de un objetivo tan generoso merecen el reconocimiento y el respeto de todos. Y también el apoyo que les resulte necesario para mantener su andadura, para continuar desarrollando esas actividades por las que no perciben más recompensa que la satisfacción de proporcionar ayuda a quienes de verdad la requieren.
La Asociación Corazón y Vida es un ejemplo de entidad comprometida en esos fines. A lo largo de casi doce años sus miembros han venido desempeñando una tarea muy meritoria en apoyo a aquellas familias que deben afrontar el infortunio de contar con personas afectadas de cardiopatías. Son enfermedades que en muchas ocasiones precisan de unos tratamientos tanto médicos como quirúrgicos tan específicos que no pueden ser facilitados por regla general en las Islas.
Esa circunstancia obliga al traslado desde la propia residencia hasta el lugar donde se asienta el establecimiento sanitario, lo que conlleva una serie de gastos que en muchas ocasiones no pueden ser afrontados por las familias. Ante ello, Corazón y Vida tuvo en su momento la iniciativa de poner en marcha y gestionar varios pisos en Madrid destinados a acoger durante el tiempo que sea necesario a los parientes de niños y adultos que sean tratados en hospitales de la capital española. También existe otra vivienda similar en Las Palmas.
Esta realidad cuenta con el respaldo del Cabildo de Tenerife que desde el principio entendió que la causa de la asociación debía ser compartida por todos y asumida como propia. Desde ese momento se ha proporcionado la ayuda que ha sido necesaria en ese sentido y personalmente tuve ocasión de visitarles en Madrid.
Precisamente, esta semana hemos tenido la oportunidad de acoger en el Palacio Insular el acto de suscripción de un convenio entre Corazón y Vida y la Fundación Rose de Caja de Ahorros del Mediterráneo. Esta entidad se añade a las que respaldan a esta benemérita asociación mediante la cesión del uso de un nuevo piso en Las Palmas para albergar a quienes han de desplazarse hasta allí desde otras islas para recibir el correspondiente tratamiento.
Esa es una muestra más de la labor incansable de la asociación, que dedica también su trabajo a dar a conocer todo aquello que rodea a las enfermedades cardíacas, sus consecuencias y la manera de afrontarlas. Para ello realiza campañas de sensibilización que forman parte de una actividad centrada en el apoyo a quienes han de soportar una situación de esa naturaleza y a sus familias.
Por ello siempre será poco el respaldo que se le preste en la consecución de sus objetivos. El Cabildo de Tenerife ha asumido ese compromiso y está dispuesto a continuar en la misma línea trazada hasta el momento. No podía ser de otra manera.